Trinidad es mucho más que sus museos, restaurantes y mansiones coloniales. No muy lejos de la ciudad se encuentra el Valle de los Ingenios, con una extensión de más de 250 kilómetros cuadrados. Es uno de los paisajes más espectaculares de la geografía cubana y, junto con el Centro Histórico, también fue valorado como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

 Valle de los Ingenios, Cuba

En la época de esplendor de la industria azucarera había muchas plantas, donde trabajaban los esclavos. Hoy, como recuerdos, hay varias casas de campo, donde vivían los dueños de los molinos.
 
En el Valle destaca la Torre de Iznaga, construida en 1816 y con una altura de 45 metros. El toque de las campanas situadas en ese lugar marcaba el inicio de la jornada laboral de los esclavos, en los cañaverales.

 Torre de Iznaga, Cuba

Viajar a Trinidad y no bañarse, ni siquiera unos minutos, en las aguas de Ancón es imperdonable. Las playas de la costa sur de Cuba no son tan conocidas