En la calle hay buenos puros pero no son puros de confianza porque sólo se venden en la Casa del Habano, ya sea en La Habana o en Santiago de Cuba. Obviamente todos los cigarros que se ofrecen en Cuba son de tabaco cubano pero hay un submundo que comercia con el segundo o tercer cigarro, falsificando las vitolas y las cajas que lo contienen. Les explicaremos la ruta de los verdaderos cigarros de la más alta calidad.

La Casa del Habano

Los cigarros viajan en contenedores refrigerados entre 2 y 4 grados para aletargar o matar la posible polilla que trae el tabaco, es un control de calidad para garantizar la excelencia ya que en el cigarro puede salir un huevo de la polilla del tabaco que eclosiona y desmerece. El sabor del verdadero habano. Por eso el frío se utiliza en los traslados y cuando llega a España se distribuye en camiones refrigerados, entre tiendas especializadas, siempre a baja temperatura y desde allí se envía a estancos especializados y se exponen en una cava, con un porcentaje de humedad entre el 60% y el 75% y una temperatura entre 16 y 17 grados. Sólo los estancos especializados, que no son todos, disponen de estas instalaciones, disponen de una Cava para mantener la temperatura y controlar la temperatura y la humedad, para que el puro se conserve con todas sus propiedades organolépticas y la tripa en perfecto estado.
 
Repito que las fábricas no venden cigarros a particulares, la gente que te dice eso te engaña desde el primer momento, por seguridad, si compras en la calle a bajo precio ya sabes que el producto no responde a la vitola que lleva y el origen es de dudosa procedencia. Si te arriesgas con todo y tu economía no te permite comprar el verdadero, cuando te ofrecen una caja debes levantar la segunda capa y nunca pierdas de vista la caja que te enseñan, te pueden dar el cambio en cualquier momento de distracción ya que hay un producto legítimo, no auténtico, en la relación precio-calidad, pero siempre el hábil vendedor ambulante te mostrará el mejor que evidentemente tiene el tabaco cubano, pero como digo, no responde a la marca que observas en una caja y vitola.
 
Para reconocer una legitimidad pura, observe bien la serigrafía de la vitola, las falsificaciones de las imprentas caseras son bastante buenas pero, si se mira bien, en las vitolas auténticas la serigrafía de la serigrafía debe coincidir con el relieve, de la misma, las falsificaciones Están bastante bien logradas pero cuando se hacen en imprentas caseras siempre hay un pequeño desajuste en el relieve.
 
En la fábrica se realiza un riguroso control de calidad del puro y la capa exterior tiene que ser homogénea y que no se noten grietas, venas o bollos, hay buenas imitaciones, depende de la habilidad del torcedor que lo haya hecho.


La perfección de un cigarro  

Las cajas llevan unos corchetes especiales con el logo negro perfectamente perforado y las cajas tienen un barniz naranja oscuro con grabados de tinta negra con los bordes bien alineados, sin dejarlos, y para un mayor control la caja lleva un número de inspección, un sello de tinta azul que indica la fecha de envasado, en las imitaciones las cajas no llevan estos controles aunque presentan registros térmicos para pegar el palo.
 
Por último, queremos dejar claro que se puede conseguir un buen tabaco, en la calle, para el consumo personal, aunque no sea el producto que la vitola especifica, pero lo que nunca se debe intentar es "hacer negocio" porque el tráfico ilegal de tabaco está muy castigado y vigilado. Los estanqueros tienen una orden policial para llamar inmediatamente si alguien intenta venderles cajas de cigarros o detecta que se les ofrece en algún lugar con lo que el "negocio" puede encontrar con los huesos del comerciante en la comisaría de policía y una fuerte multa por contrabando. Para adquirir cigarros con alguna garantía de autenticidad estas son las direcciones en La Habana y Santiago de Cuba donde se encuentra la Casa del Habano.